Sociedad: ¿Dueña de Locos ?




VIDEO: TESTIMONIOS DE PACIENTES CON ENFERMEDADES MENTALES 
http://www.youtube.com/watch?v=QOMT61f_Rfs


COLUMNA DE OPINIÓN



Quiénes son los verdaderos locos?

Podríamos introducirnos en la comprensión de la capacidad de influencia de la sociedad en la vida del ser humano. Pleno siglo XXI, y los estilos de vida no son los más acordes a las capacidades del hombre para afrontar todos los tropiezos que en ella se presentan.
Son tantos los sentimientos que se puedan tener, que es incomprensible la reacción de cada persona ante cada situación en el diario vivir.
Estudios hechos a la población colombiana, han arrojado resultados sorprendentes sobre las manifestaciones emocionales, la que mayor puntea hoy día es la depresión. La pérdida de un familiar, un ser querido o una mascota, son claros ejemplos de hechos que pueden generar depresión en la vida de cada quien.
Sin embargo, otros sentimientos o actitudes que nacen en la personalidad de una persona, por ejemplo, el estrés, el inconformismo, el resentimiento hacia la sociedad en la que vive, la frustración al ver obstaculizada una meta o proyecto; son simples muestras de cuan diversa pueden ser las emociones de una persona en solo instantes. Esta mezcla de pasiones, fracasos, alegrías y tristezas dejan huella en la vida del hombre, guardando así precedentes que se convertirán en, a corto o mediano plazo en venganzas, asesinatos, obsesiones y hasta demencia.
Por otra parte cabe considerar que ciertos hechos que nos afectan, pueden llegar a transformarse en actitudes que la sociedad catalogaría como locura.
Nada nuevo hasta nuestros días, sabiendo ya que desde hace varios siglos el hombre ha juzgado la demencia o estado de sano juicio de cada persona, quemándolo en hogueras, encerrándolos en hospitales para insanos, dándoles sobredosis farmacológicas o simplemente creyendo que la “enfermedad mental o de desorden en el juicio” era provocada por demonios, castigando así un comportamiento del pasado.
Por estos motivos debemos tener en cuenta que nosotros mismos somos quienes encasillamos y estigmatizamos el comportamiento de los demás, sin saber si los que verdaderamente estamos locos somos cada uno de los que señalamos las diferentes conductas que, si no están acordes con nuestro proceder y creencias, entonces las consideramos erróneas, anormales o salidas de los parámetros a seguir en cada cultura.

“Es más fácil mirar la paja en el ojo ajeno”



LA LOCURA DE LOS CUERDOS Y LA CORDURA DE LOS LOCOS


COLUMNA DE OPINIÓN

 ¿Seremos verdaderos cuerdos los que nos consideramos en este estado de sano juicio?

Recordemos que una estación de cordura en una persona se considera aquella frecuencia de sano juicio, prudencia razón, sensatez, reflexión, discreción y sabiduría con la que actuamos a diario. Tal comportamiento nos permite juzgar muchas veces la conducta de los demás, teniendo en cuenta que si dicha conducta no es compatible con la nuestra lo consideramos fuera de lo cabal y razonable.
A pesar de esta sensatez que nos gloriamos de profesar en ciertas ocasiones se ve afectada por momentos de rabia, rencor, envidia, orgullo, egocentrismo entre otros sentimientos y reacciones, que nos impulsan a actuar sin razonar, nos conducen a reflexionar a cerca de quienes son los verdaderamente cuerdos en el mundo circundante.
En nuestra sociedad se considera a una persona en estado de locura cuando determinado comportamiento rechaza las conductas implantadas en la sociedad. Usualmente es notoria la pérdida dominio, en la que las emociones se exponen desinhibidamente. La conducta se desliza fuera de lo racional y los efectos de los propios hechos no se tienen en cuenta. La percepción de la realidad es significativamente perturbada por hechos cotidianos que pueden marcar el diario vivir.
Hoy día podemos observar que personas que no tienen nada material pueden llegar a reflexionar con mayor prudencia que aquellas que lo tienen todo, que muchos de los “locos”, indigentes y personas que llevan una vida que no es considerada la más adecuada, son esos que algún día fueron los más estudiados, los más pudientes, considerados de mejor casta o familia, y que por algún motivo o circunstancia, un desacierto en el camino, los condujo a una diferente percepción de la vida quedando sin el todo que los hacía cuerdos en la comunidad.  
Es por esto que cabe la reflexión acerca de la consideración de la cordura o locura que podemos manifestar influenciados por la sociedad en la que vivimos, que es artífice, la mayoría de veces, de que perdamos esa cordura que nos es impuesta por ella.